No quería quererte, por el simple echo de que tú nunca llegarás a quererme. Soy un simple juguete para tí, por mucho que me duela tengo que aceptarlo porque no serviría de nada engañarme a mí misma. Cagada de mi parte, toda la culpa es mía, porque me he dejado pisar, engañar, putear, manipular y enamorar por tí, porque todo empezó como un juego en una simple madrugada de discoteca y alcohol, ¿quién iba a pensar que un chico como tú se iba a fijar en mí? NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE. Pero tú quisiste seguir, empezaste a llamarme, a darme cariño mejor que nadie para después nada, un día conmigo y cuando me voy con otra. Porque por muy bien que mientas mi amor, sé que no soy la única. Claro que lo sé, ¿te crees que soy tonta?
¿Pero ahora qué pasa? Pues que me jodo y me amargo, porque eres mi puta droga, te quiero y no puedo vivir sin ti, y prefiero tenerte de esta forma a no tenerte de ninguna otra. Pero algún día este juego cambiará, porque lo sé yo, porque todavía mantengo un poco de amor propio y tengo mis límites, aunque debería de haberlos pasado ya. Porque ¿sabes qué? Porque quien quiere no lastima ni hace daño, el que quiere cuida.
